miércoles, 31 de octubre de 2007

La secta del Fénix

Siempre me he preguntado por qué a los recitales y presentaciones de libros de poesía acuden tan sólo poetas. Y hoy he despertado con la emoción de haber dado con la solución (por eso estoy escribiendo esto y no en la cama, que sería lo normal). La respuesta es bien sencilla: sólo leen poesía los poetas. Efectivamente, no he conocido todavía a ningún lector -habitual- de poesía que no haga sus pinitos en el género. La poesía es el género más endogámico. Sus receptores en este país se cuentan por cientos o, como mucho, algunos miles (cantidad equipolente al número de poetas). La conclusión de todo lo anterior es sorprendente. La poesía genera, o el rechazo más absoluto (respuesta mayoritaria), o la adhesión fervorosa (seguida de la pertinente emulación). La poesía es de alguna manera como el porno, suscita una mímesis instintiva e incontrolada de sus seguidores.

Por las presentaciones y recitales los conoceréis.

lunes, 29 de octubre de 2007

El último viaje de Mailer Daimon

Merece la pena detenerse un poco en la noticia de los españoles retenidos en Chad, tripulación de un avión que pretendía llevar a Francia a un nutrido grupo de huerfanitos africanos. La ONG francesa encargada de llevar a cabo tan filantrópica tarea responde al nombre de Arca de Zoé. Ahora descubrimos, gracias al imprevisto de que el gobierno de ese país tome cartas en el asunto, que ninguno de esos niños era huérfano y que bajo la filantrópica labor de la ONG se esconde un turbio negocio (muchos de los padres adoptivos ya habían satisfecho cantidades importantes de dinero por adelantado). Dejando aparte que, siempre según el presidente del Chad, hay europeos que se dedican al tráfico de niños africanos para satisfacer los extravagantes apetitos sexuales de hombres dispuestos a pagar por ello lo que sea. Todo esto me recuerda a la estupenda novela de Domenico Chiappe "Entrevista a Mailer Daimon" (una distopía en la que el mundo ha caído bajo el influjo de una extraña organización no gubernamental que aúna los más altos ideales con la perversión más refinada, algo así como la doblelengua de 1984).

No pretendo decir que las ONG's no cumplan una tarea importante, sino que es preciso permanecer atentos a ella, ya que bajo los más excelsos ideales pueden camuflarse los negocios más turbios (quién iba a pensar que...). Las ONG's no son sino una secularización de la beneficencia religiosa. Y eso no es malo. Pero no hay que olvidar que bajo el auspicio de la Iglesia se cometieron desmanes que sonrojarían a más de un oficial de la Schultz Staffen.

domingo, 28 de octubre de 2007

Zizek!











Un espléndido documental que el pensador esloveno inicia al modo presocrático, con tintes gnósticos. Algo así como:



Todo procede del vacío.


Y el vacío sufrió un desequilibrio y de él surgió la materia.


Y ese desequilibrio se llama amor.


El amor consiste por tanto en sacar al vacío de su equilibrio. Y en ese sentido


El amor es lo más parecido al diablo.



¿No les resulta apasionante?

jueves, 25 de octubre de 2007

Corte de Cortes

El día 1 de Noviembre a las 10 de la noche se proyectará en el café librería Itaca de Murcia el vídeo realizado por Daniel Martínez Pérez inspirado en la obra "Cortes publicitarios", adelanto de su proyección en Madrid dentro de la semana de cine experimental (también en noviembre). Aquí les dejo un aperitivo. Lamentablemente no es posible escuchar el sonido.





martes, 23 de octubre de 2007

Monotextos simioescritos

Fue el matemático Émile Borel el que aseguró que bastaba imaginar un número infinito de monos dispuestos es un número infinito de escritorios frente a un número infinito de máquinas de escribir para concluir lógicamente que uno de esos monos produciría las obras completas de Shakespeare.

Podría añadirse que ese mono no sólo habría escrito las obras completas sino (puesto que el número de caracteres es infinito) toda la crítica que la obra del escritor ha generado -y la que generará- a lo largo del tiempo.

A mí me gusta imaginar a uno de esos monos (incluso he llegado a ponerle rostro) mecanografiando cuanto escribo, cuanto escribiré y cuanto he escrito. Un ineludible precursor dando saltos sobre su taburete y haciendo un alto de vez en cuando para engullir una banana. Todos somos los Pierre Menard de un simio. Después de esto, ¿quién se atreverá a hablar de la vanidad del escritor?