viernes, 22 de agosto de 2008

Ser español...

Estoy harto de escuchar a algunos deportistas españoles justificando su falta de medallas con excusas tan baratas como deslumbramientos solares, mala suerte, manía por los hispanos o juanetes mal curados. Sencillamente deberían confesar que son unos paquetes. Estoy deseando que alguno de ellos se plante delante de la cámara y lo confiese: soy un paquete, no merezco volver a la patria -y, arrollidándose-, pido sin embargo la benevolencia de mis paisanos, -doblando la cerviz- moriría lejos de la tortilla de patatas y las cañitas. E imagino un mando en la mano de cada uno de los televidentes. Con dos botones. Uno con el pulgar hacia arriba y el otro, ya saben. Circo interactivo, algo que debería reconsiderarse en los tiempos que corren. El ciudadano decidiendo sobre la vida de sus atletas, considerando fríamente los atenuantes de su derrota... Y entonces, sí, tras la ejecución o el perdón públicos, una frase ocupando la pantalla:

martes, 19 de agosto de 2008

Albano y...

Algo que se me había olvidado anotar a propósito de mi viaje a Cerdeña. En el aeropuerto de Cagliari vimos a Albano. Lo reconocí, a pesar de los años y del pelo corto. Iba con una rubia despampanante que no se parecía nada a Romina Power. Hacía la cola para el embarque apenas a un par de metros de nosotros. Cómo podía engañar ese hombre a la angelical Romina con aquella rubia perfectamente intercambiable, llegué a preguntarme. Hasta que me informaron de que estaban separados hace la tira de años (ya ven, llevo decenios sin ponerme al día con las revistas del corazón) y de que por tanto la estampa de aquella rubia pegada a Albano no tenía nada de inmoral. Y sin embargo a mí no dejaba de parecerme inquietante. Albano siempre irá indisolublemente unido a Romina. Porque uno puede deconstruir cualquier cosa menos la infancia. Cuando pude sacar la cámara con el fin de hacerles una fotografía ya estaban demasiado lejos. No importa. Prefiero pensar que no fue real. Que la realidad es y seguirá siendo siempre ésta:

domingo, 17 de agosto de 2008

Se alquila

Llevo unos días visitando webs de inmobiliarias y echando un vistazo a los pisos del centro de Madrid. Hay cosas curiosas. Pisos que se venden mostrando una simple fotografía de la entrada del edificio, o del lavabo, o de un pasillo en penumbra (como si uno tuviese que imaginar el resto del piso a través de ese indicio casi insignificante). Hay quien regala un Mercedes si le compras el piso (si están interesados les busco la referencia) y cosas por el estilo. Para asombrarse, ya digo. Y yo he decidido que el día que alquile mi casa (algo que quizás ocurra pronto) mostraré una visita virtual de mi estudio (llamo así al sitio donde escribo). Tan sólo unos segundos de nada, pero suficientes para que el cliente se haga claramente una idea de ella. A ver qué les parece.

Anímense. Son sólo 900 €. (Sí, eso que se ve en primer plano es un flexo de Ikea).

lunes, 4 de agosto de 2008

Seis (coma seis) grados

Lean y entérense de lo cerquísima que están de Bin Laden. O del Papa.