miércoles, 25 de marzo de 2009

Lejos de 'Lejos de la tierra quemada'

No recuerdo la última vez que abandoné una sala de cine sin terminar de ver una película. Ayer me ocurrió con 'Lejos de la tierra quemada', primera película del guionista Guillermo Arriaga. No pude meterme en ningún momento en la historia. Supongo que habría asistido con mayor interés a un documental sobre las maniobras reproductivas de alguna bacteria extraterrestre. Los personajes son increíbles, la historia, de culebrón venezolano, y el guión, que se supone que debía ser lo mejor, trufado de tópicos de mayor tamaño que un cartón extra de palomitas. La cara de estupefacción de los personajes sólo era comparable a la mía, revolviéndome en mi asiento (añadido a esto, los cines Ideal rebajan su exigencia, dejando la sala sin limpiar entre sesión y sesión -me golpeé el tobillo con una lata vacía de Coca-Cola-, y poniendo unos subtítulos borrosos -que luego, es cierto, tal como transcurre la película, nadie echa de menos-). Ni un sólo momento de poesía (salvo cuando chico y chica interpretan a sus progenitores en una escena de cama), un casting que podría haber realizado Chiquito de la Calzada (toda una Kim Bassinger saliendo escopetada a acostarse con un tripudo mejicano que sólo puede ofrecerle un permanente miembro eréctil -estaría bien esa historia, si no se empeñase el bienintencionado guionista en hacernos creer que hay amor de por medio-, una Charlize Theron empeñada en mostrarnos los pechos una vez tras otra -estaría bien si no fuera porque el guionista, en una mezcla de cristianismo trasnochado y psicoanálisis, optara por hacernos creer que ello es debido a sus antecedentes traumáticos, imposibles de dejar atrás salvo a través de una redención, etc). Y esa manía del guión cerrado, que todo encaje, como en un ejercicio escolar (el arte, aunque también sea técnica, empieza precisamente donde ésta acaba, señor Arriaga), siguiendo a rajatabla aquello de que si aparece un revólver en escena, en algún momento alguien lo disparará, lo cual lleva a la paradoja de que uno ve a la muchacha protagonista quemar una especie de 'ninot mejicano' (espero que alguien escriba y me recuerde su nombre exacto) y ya sabe (qué previsibles, estos guionistas) que al final será ella la culpable de... Pero para qué seguir. Prefiero dedicar el tiempo a otra cosa. Y, sobre todo, ya me siento un poco más tranquilo.

5 comentarios:

José Almeida dijo...

Joé, tengo la sensación de que no te ha gustado mucho la película...

A mí en cambio no me disgustó a pesar de estar absolutamente de acuerdo contigo en que esos guiones tan cerrados,donde todo encaja a la perfección no terminan de gustarme. Tal vez el problema no sea ése, sino que se note demasiado, todo el rato, el artificio de la historia. Y la necesidad de que todas las piezas encajen en un puzzle cósmico que el espectador es último tonto en entender.

Tu crítica y tus sensaciones me recuerdan mucho a lo que escribí respecto a Babel. Ese cabreo monumental ante la pretenciosidad de lo planteado. Ese no entrar en ningún momento en el universo de dolor y culpa que te plantean como espectador.

Y encima en los Ideal, donde la crisis no significa que rebajen algo los precios de las entradas para que más espectadores vayan al cine. No. Significa que el mantenimiento de las salas se rebaja a la mínima expresión y por casi ocho euros te sientas en una silla rota rodeado de latas y restos de palomitas.

Luna Miguel dijo...

es decir, muy lejos

Anónimo dijo...

Hola. Caray. Ahora ya tengo serias dudas en ir a verla. Ideal(mente) claro que prefiero el cine, pero si dices que ha salido tan rana, ya me espero.

Las figuras que se queman son muñecos de Judas: en Guatemala -mi madre es de ahí- se queman también, además de en México. No te puedo decir más de otros países centroamericanos, pero no lo descartes, hay piñatas, al igual que cucañas, en muchos sitios, esperando que las quiebre un palo a ciegas.

Sobre el guionista, ahora director, lamentablemente estoy de acuerdo contigo. "Los tres entierros..." es, probablemente la película que más me gusta escrita por Arriaga. Amores perros, bien. 21 Gramos, bien la primera impresión, se desinfó enseguida en la memoria, precisamente por lo del encaje de piezas. Y Babel, igual pero peor. La pega principal, para mí, es la fragmentación arbitraria de la historia, o eso parece, porque si no, simplemente no habría ni historia ni progresión, lo que parece más todavía un buen trabajo técnico, pero exageradísimo.

Sobre los Judas, lo primero que he encontrado, nada de exhaustividad, pero por lo menos, algo:

http://eljuguetepopular.blogspot.com/

Anónimo dijo...

El problema de esos guiones cerrados, como dices tú Pepe, es que se les ve la plantilla por todas partes. Es el handicap de alguna metaliteratura que, como decía el difunto Foster Wallace, no suele gustar al público porque a todo el mundo le gusta joder, pero no que le cuenten cómo le estan jodiendo.

Carlos, ya puedes suponer que te propondría docenas de mejores maneras de gastar siete euros y medio. Me ha venido a la cabeza que la palabra era 'chollas', que es una planta con la que hacen esas figuritas, aunque a lo mejor me equivoco. Me gusta más, de cualquier forma, el nombre de 'muñecos de Judas'. Completamente de acuerdo contigo en lo que respecta a "los tres entierros...". Le echaré un vistazo a ese blog.

Abrazos.

Luna Miguel dijo...

podemos hacer minireuniones los jueves (Santos), pero no hasta tan tarde mon dieu, he llegado a las 2 a casa!