jueves, 8 de abril de 2010

Tambores y metrónomos

Por supuesto, simultanéenlos.



2 comentarios:

Dani Deseus dijo...

Interesante propuesta Javier: La experiencia sónica de la mezcla produce un plus conceptual que de ningún modo se reduce a la adición de las partes. Vale la pena el concierto y la divagación a la que conlleva. ¿La mía(mi divagación)?: Empieza en Africa versus Europa. Un choque entre el origen de la especie y el final de la armonía mecánica, salvaje vitalismo que desborda la precisión de los automatismos, o mejor incluso...

hautor dijo...

Buena interpretación, Dani. A mí me interesaban sobre todo los puntos en común. El hecho de que varios ritmos simultáneos -y sucesivos- constituyan ambas piezas, creando una especie de 'ritmo blanco' al que podría acogerse cualquier movimiento, cualquier gesto.