lunes, 5 de noviembre de 2007

3141529...

A vueltas con la teoría de la conspiración... Los defensores de la teoría de marras deben ser buenos lectores de novela negra. En realidad nos las vemos con cuestiones narratológicas. Hay quien no puede soportar una historia donde no haya un culpable, o donde la culpabilidad se disuelva como un terroncillo de azúcar. El otro día escuché un ejemplo muy bueno en la radio. Varios amigos deciden hacer un simpa, así, espontáneamente. Y lo hacen. ¿Quién es el autor intelectual? ¿Hay algo intelectual en hacer un simpa? Siempre he pensado que detrás de todo ser humano se encuentra un paranoico atenuado, en potencia, que de vez en cuando pasa al acto. En ese crear orden a partir del caos quizás resida una de las mayores fuerzas de la especie. Y la imaginación, naturalmente, tiene que ver con ello.

Les propongo un sencillo ejercicio, a modo de ejemplo. A ver si son capaces de encontrar el siguiente número de la serie:

3 1 4 1 5 2 9

12 comentarios:

acedor dijo...

Es fácil, sólo que la secuencia no es 3 14 15 29 (29 era el número de procesados por el 11M) sino 3 14 15 92.

6 es por tanto el valor que sigue, y corresponde con el número de condenados islamistas después de que "el Egipcio" haya sido absuelto.

Hautor dijo...

Acedor, la secuencia es tal cual yo la escribo. La analogía (las cifras del número pi) no es la única vía paranoica de conocimiento. Tú mismo lo has señalado al encontrar el número de acusados y condenados (que, efectivamente, coincide con la cifra siguiente del número pi: ...926...). Muy interesante, ya lo creo.

acedor dijo...

Mi teoría era que la paranoia precisa de un reajuste de la realidad que el paranoico suele considerar insignificante. Una vez aceptado el reajuste, todo encaja: máxima racionalidad al servicio de la posibilidad más delirante.

Como el siguiente valor para pi, el 5. Cifra que apareció garabateada en un papel en el interior de la famosa mochila.

Hautor dijo...

Creo que soy yo el que puede acabar realmente paranoico. ¿No serás el juez del Olmo? O... ¿Pedro J. Ramírez?

Tiemblo.

Marcia JRB dijo...

rizando el rizo
¿y la existencia de una teoria de la conspiración no implica la existencia de una teoria de la "no conspiración" con su sutil reajuste de la realidad quizás aún más insignificante?
digo yo y los opuestos metafisicos

jcsaura dijo...

Joooder, me estáis asustando. Y yo que pensaba que estaba paranoico y va a ser que no os llego ni a la altura de la suela...

Entonces, con el ...29 ¿cuál es la que sigue? Mmm...

Anónimo dijo...

Hay una manera relativamente sencilla de aprender las primeras quince cifras del número pi. La regla mnemotécnica es la siguiente:

"Yes, I need a drink, alcoholic, of course, after the heavy seasons involving quantum mechanics".

Cuenta el número de letras de cada palabra y sabrás la cifra que corresponde a esa posición.

Bienvenido, jcsaura.

Anónimo dijo...

Supongo que sí, y eso convierte la teoría de la no conspiración en otro tipo de teoría conspirativa, autorreferencial igualmente.

Sólo que no es su opuesto sino un subconjunto.

La teoría de la conspiración acoge entonces una interpretación de la teoría no conspirativa en la que se trata de una teoría encubiertamente conspirativa, cosa por cierto muy pero que muy paranoica :)

Anónimo dijo...

Todo esto me recuerda el estudio de Levi-Strauss de los indios winnebago. Una parte de la tribu interpreta que las chozas se distribuyen alrededor de un centro donde descansan los muertos. Otra parte cree que la dsitribución de las chozas se hace a partir de un eje que divide al poblado (circular) en dos partes bien diferenciadas. La distribución de las chozas puede asociarse con la serie numérica de pi, algo equivalente al caos. Luego cada uno impone un orden -o no- (teoría de la conspiración o no teoría de la conspiración, según gusten). El buscar un sentido es un instinto vital que deben compartir hasta las células. Para eso hay que tener no sólo imaginación, sino fe. De cualquier manera, no hay que olvidar que este tipo de números dotados de inagotables cifras no periódicas reciben el nombre de irracionales. Por algo será.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo. Pero es que además, en el caso de pi, no sólo es irracional, sino también trascendental. Y todos contentos :)

Anónimo dijo...

entonces la alteración de los datos (mentiras) igual que la de los numeros (redondeo del irracional) se hace dependiendo de las motivaciones, objetivos y necesidades (humanización)

Anónimo dijo...

Efectivamente, jorobar. Al principio fue el deseo. Y a la adecuación de nuestro deseo con ciertos datos tomados de "la realidad" le llamamos objetividad. Pasa algo parecido con las cuestiones científicas (¿universo plano, esférico o hiperbólico?). Elijan su propia Weltanschaaung. Customícense el universo o lo que les dé la gana. Otra cosa es convencer a los demás de nuestros gustos.