miércoles, 8 de diciembre de 2010
Deseos de ser hácker
martes, 23 de noviembre de 2010
El juego de los errores

domingo, 21 de noviembre de 2010
The dreams you left behind
martes, 16 de noviembre de 2010
Entrevista en Pliego Suelto
domingo, 14 de noviembre de 2010
Arte digital
Cory Arcangel es un programador norteamericano que usa la informática como medio artístico. La verdad es que me encantan los hackeados de juegos como el Super Mario o el F1 Racer Mod. A la nostalgia que siempre suscita el pixelado y la low tech se une cierta componente poética. El hecho de ver pasar las nubes por el cielo del videojuego o ver cómo transcurre el tiempo y el paisaje mientras se recorre una carretera vacía suscita en el espectador una emoción difícil de conseguir a través de cualquier otro medio artístico. Un remanso de paz en la vorágine de imágenes en que casi siempre acaba convertida la pantalla.
Otro proyecto que me parece interesante es el de los artistas Eva y Franco Mattes. Entre otros trabajos podemos encontrar sus Synthetic Performances, una recreación de algunas de las performamces más conocidas de la historia, con la peculiaridad de que dicha recreación tiene lugar en el universo de Second Life. Sólo se necesita un avatar para participar como actor/espectador dentro de dichas performances. Como ejemplo pueden echar un vistazo a la versión virtual de Imponderabilia, una performance realizada por Marina Abramovic en 1977. Más abajo incluyo un vídeo de la performance original. Mi recomendación es que vean al mismo tiempo estos dos últimos. La comparación resulta más que sorprendente.
sábado, 6 de noviembre de 2010
sábado, 23 de octubre de 2010
miércoles, 20 de octubre de 2010
Lenguaje científico y lenguaje literario: hacia un diccionario unificado.
Imparte: Javier Moreno
Lugar: Librería Eléctrico Ardor
Horario: Cada viernes a partir del 12 de noviembre (19-20:30 horas). 12 sesiones.
¿Hasta dónde es posible hablar de inconmensurabilidad en relación a los lenguajes científico y literario?
¿Es posible elaborar un lenguaje básico de ideas/conceptos que permitan transitar ambos dominios epistemológicos?
¿Hay bases sólidas, partiendo de las ideas anteriores, para hablar de un nuevo humanismo?
Partiendo de nociones como los ‘conceptos viajeros’ (Mieke Bal), la ontología formalista de Alain Badiou o el discurso transdisciplinario (Basarab Nicolescu) intentaremos en este laboratorio elaborar un lenguaje que pueda servirnos para discutir acerca de las diferencias y semejanzas del lenguaje científico y literario. Se discutirá cómo la teoría axiomática de conjuntos puede proveer de una formalización lógica de la metáfora cuyo fundamento radicaría en la inconsistencia de todo ser (múltiple, en términos de Badiou) y su radical apertura a la alteridad. Metáfora, error, ruido, infinitesimal, autosemejanza… serán algunos de los conceptos que nos permitirán transitar de un territorio a otro, sin olvidar el estudio de textos (Mallarmé, Miroslav Holub, Roberto Juarroz, Duchamp, Poe, etc) concretos donde podremos aplicar las nuevas herramientas de lectura y crítica.
miércoles, 6 de octubre de 2010
El olvido del 'ser artista'

jueves, 30 de septiembre de 2010
Todavía sigo aquí
La audiencia y, por supuesto, el propio presentador no sospecharon que Phoenix pudiese estar representando una farsa. Apenas un año después aparece la película de Affleck (cuñado, recordemos, de Joaquin), una especie de documental que da cuenta de la degradación a la que se entrega voluntariosamente la otrora estrella cinematográfica.
Algunos espectadores y críticos sospechan. La mayoría cree sin embargo que el verdadero Phoenix es el Phoenix de la película. Hasta que hace tan sólo unos días Phoenix vuelve al programa de Letterman para pedir disculpas y reconocer que todo ha sido un montaje, una broma urdida en alguna familiar sobremesa.
Creo que lo interesante es extraer una moraleja de todo esto. Hace tiempo que -casi- nadie lee ingenuamente un periódico, conocedores como somos de que la manipulación o el partidismo pueden penetrar a través del menor resquicio de la noticia. Poco a poco nos hemos ido habituando (aunque todavía es multitud la hueste de creyentes catódicos) a que la imagen, en particular la televisiva, también puede cometer errores o mentir abiertamente. Por otra parte hace tiempo que disfrutamos las delicias del falso documental. Lo que diferencia a la película de Affleck del falso documental es que el actor desarrolla un personaje que previamente ha exhibido en 'la realidad' (al menos en la realidad televisiva). Todavía sigo aquí sirve de algún modo para inocular en el espectador de cine y, sobre todo, en el televidente, la sospecha acerca no de la verdad del cine (algo descartado casi de inmediato) sino de la verdad mediática. Cabe preguntarse, por último, hasta qué punto Joaquin finge el personaje o simplemente se ha ha dejado llevar durante un tiempo por un ímpetu metamórfico. Todavía no he visto la película, pero por si acaso prefiero quedarme con la duda.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Parecidos razonables
sábado, 25 de septiembre de 2010
Finalistas del Premio Setenil
Los hábitos del azar, Francisco López Serrano (Renacimiento).
Teoría de todo, de Paula Lapido (Tropo).
Un koala en el armario, de Ginés S. Cutillas (Cuadernos del Vigía).
Atractores extraños, de Javier Moreno (InÉditor).
Fantasías animadas, de Berta Marsé (Anagrama).
El menor espectáculo del mundo, de Félix J. Palma (Páginas de Espuma).
Azul ruso, de Patricia Esteban Erlés (Páginas de Espuma).
De mecánica y alquimia, de Juan Jacinto Muñoz Rengel (Salto de Página).
Bajo el influjo del cometa, de Jon Bilbao (Salto de Página).
El mes más cruel, de Pilar Adón (Impedimenta).
domingo, 19 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
Veintidós pasos en el interior de la luz
martes, 7 de septiembre de 2010
viernes, 27 de agosto de 2010
Oscuro bosque oscuro

Sé que alguien pensará que no es lo más recomendable, tumbado en la playa o rodeado de un encantador paraje, leer un libro donde se nos narra el exterminio de una multitud de personas que merecen el mero calificativo de ‘insectos’, un libro donde los cuentos acaban tan mal como recién salidos de las manos de los Perrault, si no peor. No lo discuto. Sí daré sin embargo algunos motivos para que el lector pase por encima de estos prejuicios.
Partiendo de la convicción de que un libro es un método de protección solar superior a cualquier crema protectora creo que Oscuro bosque oscuro es un libro de fácil digestión y sin embargo altamente nutritivo. En primer lugar, es un libro escrito como si se tratase de poesía, con renglones quebrados. Pero no es esto, naturalmente, lo que asimila a este texto con la poesía sino la repetición (que alcanza hasta al propio título) de palabras y expresiones, esa aliteración que aparece siempre en los manuales como figura esencial del discurso poético. Y de lo siniestro, al decir de Freud. La historia, no engañaremos a nadie, lo es. Volpi no parece dispuesto a abandonar su fascinación por el nazismo (por el mal, sería más correcto decir, ya que a lo largo de la novela en ningún momento se mencionan ideologías, lugares ni tiempos concretos) y nos ofrece una historia donde hombres corrientes son alistados para recibir una instrucción cuya finalidad es el exterminio. Hasta ahí me permito contar.
Lo interesante, como casi siempre, no es tanto la historia, sino el modo en que está narrada, muy cerca de la oralidad y del tono de los cuentos tradicionales. El resultado: un inyectable literario de extrema pureza que transita directo hacia el imaginario del lector. Podríamos decir que Oscuro bosque oscuro es un cuento de terror para adultos. Interesante resulta asimismo cómo el autor introduce al lector en la obra, apelándolo continuamente, incluyéndolo como personaje que asiste y –tal vez- participa en la masacre, solicitando por parte del lector real un compromiso ético que lo aleja del usual efecto de ‘suspensión del descreimiento’ y que le obliga a preguntarse por su papel dentro de la historia, de toda historia, antídoto contra la generalizada condición del lector como mero espectador de la obra.
El verano, es cierto, es época propicia para la languidez y una saludable despreocupación. Conviene, sin embargo, como en esa famosa escena de Terciopelo azul, asomarse de vez en cuando bajo el césped que acaricia nuestros pies desnudos camino de la playa, la piscina o el lago.
Jorge Volpi
Editorial Salto de Página, Madrid, 147 págs.
jueves, 5 de agosto de 2010
The rampage
La polilla
La polilla
una vez abandonada su pupa
en la galaxia de harina en grano
y tarros de pringue rancio
La polilla entonces
descubre
en esta típica oscuridad
que es una especie de mariposa
pero no se lo puede creer
no se lo cree
No puede creer
que sea una diminuta
voladora, relativamente libre
polilla
Y quiere regresar
pero no hay forma
La libertad
hace temblar a la polilla
para siempre. Con esto
quiere decirse
veintidós horas
El Museo Británico
De acuerdo con las reglas de la fuga
a toda arca le llegará su ruina, la trilingüe
piedra Rosetta se romperá, la estela de Halicarnaso
volverá al polvo, los espíritus asirios de arenisca
y cabezas de águila despegarán tímidamente
los hombres tallados con cabeza de león de Ashur
estirarán la pata. La última mano de granito rojo del Coloso
de Tebas se marchará, el dios indio Harikaru cubrirá
sus ojos de ónice, los rollos de matemáticas se incendiarán
los poemas colgantes Zen se evaporarán, y el infernal juez verde
de la dinastía Ming gimoteará
El tiempo de la piedra está medido
al igual que el del mito
Tan sólo los genes son eternos
de cuerpo a cuerpo
de una raza a otra raza
en Southampton Row
de hecho
encontrarás caminando códigos genéticos de momias egipcias
ácido desoxiribonucleico del hombre de Gebelin
trazos hereditarios del hombre de Lindow
cuyos restos terrenales, cortados por la mitad por un bulldozer
engordan exitosamente bajo una campana de cristal
en Bloomsbury, de hecho, encontrarás
toda la eternidad del mundo merodeando
comprando flores negras
para el Juicio Final, menos Final
que un perrito caliente a medianoche
Así que el Museo Británico no hay que buscarlo
en el Museo Británico
El Museo Británico está en nosotros
en nuestros propios corazones
en nuestras propias profundidades
sábado, 24 de julio de 2010
martes, 29 de junio de 2010
Semiótica del Jabulani
El vídeo de K'naan, sin embarbo, pretende transmitir otros valores. El fútbol como comunión universal, el balón, saltando de pie a pie y de cabeza a cabeza, como metáfora de la comunión entre los pueblos. Wavin' flag (the celebration mix) (el propio título da muestras de ello) se convierte así en un mensaje evangélico que lleva a todos los pueblos del planeta la buena nueva de la pax universalis a través de la práctica del fútbol, como corresponde por otra parte al ideario buenrollista de Coca-Cola, patrocinador del vídeo. El de K'naan es un vídeo que uno se puede poner incluso aunque su equipo haya perdido el partido, como consolación y acto de fe en un más allá colmado esperanza.
Y ahora me voy a ver el partido.
domingo, 27 de junio de 2010
Los errores del copista
La era de la disolución (Nietzsche) no cesa. A menos que no se trate en absoluto de disolución, sino de movimientos desordenados dentro de un campo de energía más grande que, debido a nuestro deseo de certidumbre subjetiva, llamamos ‘historia’. El material que la compone poseería, antes de la falsificación del pretérito, la estructura de acontecimientos inconsecuentes que se parecen más a los saltos de orbital atómicos que a las articulaciones cronológicas. Así, al final, llegaríamos, por decirlo de algún modo, a una teoría de campo para una época dada –de este modo nos hallaríamos en una ‘historia’ completamente diferente de la que habla de la alternancia y del desarrollo de épocas.
[...]
¿Por qué no sentir cada día la omnipotencia de los fundadores? Regocijarse con la opulenta cultura de los descendientes y de las variaciones, sin olvidar enlazarlo con el original. Así cada día llegamos a cerrar el círculo del recuerdo, que no autoriza ninguna ilusión de progreso.
De repente pierdo toda distancia en relación a Baudelaire. No veo ninguna necesidad de adherirme a la diferencia de época y de individualidad, y de hacer como si no hubiese inaugurado para siempre y para todos una manera poética con la que todo individuo en su época puede adherirse, si es capaz.
Así, siendo las cosas como son, me parece a veces deseable cultivar una pasión literaria a la oriental, en la que la maestría se muestra en la proximidad al modelo y no tanto en la particularidad y la diferencia. No se trataría entonces de lograr un estilo sino de escribir partiendo de un espíritu preeminente, de una poesía potente que abandona todas las pretensiones temporales e individuales de la apariencia.
lunes, 21 de junio de 2010
A partir de una exposición de fotografía de Harold Edgerton
Por ejemplo
Que una gota de leche que golpea sobre una superficie
adquiere la forma exacta de la corona
del rey de corazones
Que una granada es una manzana
atravesada por una bala
Que un gato toma la leche del plato
curvando su lengua hacia atrás
Que un golfista ejecuta en su drive
una perfecta espiral de arquímedes
Que la muerte agita sus alas
a una velocidad mayor aún
que la de un colibrí


martes, 15 de junio de 2010
El grito Wilhelm
Y para los que quieran saberlo todo sobre la historia de este grito:
Grito Wilhelm.
lunes, 14 de junio de 2010
¿La muerte del narrador?
jueves, 10 de junio de 2010
Sobre la masturbación entendida como una de las bellas artes
lunes, 7 de junio de 2010
Preferiría no ser visto
lunes, 31 de mayo de 2010
Idioteca o retrato del artista incubado

El método que usa Raúl Quinto en este libro es similar al que Warburg intentó en su Mmemosyne, la primera enciclopedia visual. Warburg coloca en uno de sus paneles (es un ejemplo) una imagen de un dado astrológico de origen egipcio junto a un juego de preguntas y respuestas con el fin de establecer entre ellos resonancias y analogías que operen más allá de las diferencias cronológicas, ejemplificación de lo que el historiador del arte llamaría pathosformel. De igual modo el Perro ahogándose en la arena sirve a Quinto para poner en relación a Goya con Klee al tiempo que se establecen secretas analogías entre el esfero parmenídeo y el balón de fútbol o entre las pinturas jeroglíficas egipcias y las posturas del jugador de póker. Se trata de un juego estético, pero quizás, elidida la metafísica de la pathosformel warburgiana, se trate del único juego que un ensayista con alma de poeta (y viceversa) como sin duda es el caso de Raúl Quinto puede tomarse en serio. La imagen dialéctica de Benjamin (que tanto debe a Warburg) se llena aquí de ironía, una mezcla explosiva para la que la teórica del arte (o, deberíamos mejor decir, de la imagen) Mieke Bal usa el concepto de preposterous, algo que tiene que ver con el ‘tiempo compartido’ (inversión o cortocircuito de la causalidad temporal) propio del barroco.
Esoterismo lúdico (‘así es arriba como es abajo’ o, más bien, ‘así fue antes como es ahora’) e investigación minuciosa y poética en el mundo del arte (donde aquí arte abarca un abanico extenso que va desde una obra perdida se Schumann hasta la satánica existencia de Ingwe Ohlin, cantante de Mayhem, pasando por el Nuevo Realismo o los personajes de la Warner). Esta Idioteca es, en definitiva, un panóptico, una especie de aleph donde los tiempos y las escenas se confunden, donde la única ley es la poesía y la tensión desplegada entre imágenes que se persiguen de forma inacabable sin origen o final posible.
viernes, 28 de mayo de 2010
El efecto Rodríguez
domingo, 23 de mayo de 2010
Lo cristalino




domingo, 16 de mayo de 2010
Una historia por contar
miércoles, 12 de mayo de 2010
Velludas musas
jueves, 6 de mayo de 2010
El Paráclito explicado a los niños o 'in facebook we trust'

Fijémonos en la llama que sobrevuela las cabezas de los apóstoles, llama que alumbra pero que no llega a quemar las santificadas coronillas. El cristianismo aporta al pensamiento comunitario una novedad absoluta respecto a sus antecesores culturales. La idea de que, allá donde se encuentren los apóstoles y seguidores de Cristo, separados incluso por miles de kilómetros de distancia, éstos forman una comunidad, una comunidad de ‘conectados’. Esta conexión viene dada por el Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad. Paráclito, etimológicamente, significa ‘aquél que es invocado’. Estar ‘conectado’ tiene que ver entonces con una disposición a ser llamado. Es preciso, en términos icónicos, disponer de esa llamita en la coronilla. Búsquensela con la ayuda de un espejo. La cristiana es la primera comunidad de carácter globalizante, verdaderamente ecuménica, que no exige a sus miembros ningún condicionante racial ni territorial. La comunidad cristiana es la primera comunidad virtual, convocada en la festividad de Pentecostés por el Paráclito. El Espíritu Santo, esa cosa en principio tan difícil de explicar y de entender, no es sino el espíritu virtualizante, la fuerza capaz de crear comunidades asistemáticas (que no están ‘contadas’ por el sistema, llámese a ese sistema país o imperio), no representadas (al final el cristianismo cayó, eso sí, en la tentación y optó por representarse a través de una figura papal y un (micro)estado: el Vaticano). El Espíritu Santo es equivalente al teorema de teoría de conjuntos conocido como ‘teorema del punto de exceso’. Este teorema afirma que todo conjunto posee partes que no le pertenecen. Algo semejante a lo que ocurre en Facebook. Los conectados, los así llamados ‘amigos’ forman una comunidad virtual (un Él paraclíteo y tercerpersonalizado), siempre dispuestos sus integrantes a ser convocados por otro ‘tú’ amigo. En facebook no hay llamas en las coronillas sino una lucecita verde junto a la imagen de perfil. Cuando menos lo esperamos desciende sobre nosotros la paloma. Es entonces cuando leemos en nuestra ventana de chat aquello de hola, qué tal?

martes, 4 de mayo de 2010
Entrevista a Pola Oloixarac
http://www.deriva.org/entrevistas/entrevistas.php?PHPSESSID=855bf7efd6448da3069420ed014cdcae

domingo, 2 de mayo de 2010
La muerte del post

Dicho esto, lo que llama más la atención es la calidad literaria de ambas obras. Como en un movimiento apotropaico (llevado a lo literario), el hablar de la muerte de la literatura parece implicar un redoble de los esfuerzos por salvarla de la extinción. Alguien podría pensar que se trata de algo propio del canto del cisne, más hermoso cuanto más próximo a la agonía. No es mi caso. Creo que conviene traer muy a propósito la teoría del ‘suplemento’, expuesta por Derrida en su De la gramatología. Allí elabora dicha teoría al hilo de la lectura de Rousseau. Derrida llega a la conclusión de que el origen (ideológico, estético, moral) siempre está desplazado y que no puede hacer otra cosa en su mostración que suplementarse. Suplemento es precisamente la palabra que usa Rousseau para referirse al acto masturbatorio (uno desearía siempre amar a una mujer hermosa, pero en su defecto, ya saben…).

Rousseau prioriza el habla frente a la escritura, y a ello dedica sus Confesiones, cree en la bondad de la naturaleza pero sin embargo escribe el Emilio para justificar un tipo de ‘educación natural’. Pues bien, volviendo al asunto inicial, mi tesis es que la literatura siempre ha estado al borde de la desaparición o, dicho de otra manera, que su aparición tiene lugar siempre aneja a un vacío que amenaza con atraparla. Pero, me adelanto a la posible pregunta, ¿de qué sería suplemento la literatura? Yo diría que la literatura es precisamente el suplemento del propio lenguaje, es decir, el lenguaje-buscando-su-origen-y-diciendo-su-imposibilidad-de-decirlo (perdonen el heideggerianismo). Los lenguajes periodísticos o científicos no requieren suplemento (de manera explícita cifran su origen en la actualidad o en algún aspecto de la naturaleza), todo lo contrario del lenguaje literario que se sustenta sobre un origen indescifrable que es a un tiempo la amenaza de su desaparición. La amenaza de lo literario proviene de lo alingüístico, de lo asignificante. Para decir este sin sentido y al mismo tiempo exorcizarlo, para eso usamos las palabras.
miércoles, 28 de abril de 2010
Kobo abe en Revista de letras
http://www.revistadeletras.net/identico-al-ser-humano-de-kobo-abe/
domingo, 25 de abril de 2010
Maneras de agarrarse (cuando uno enferma)

Hypocondriaque
garganta vacía, blando, duro, cabeza.
garganta seca, fiebre, sueño, tripa.
tengo todos los síntomas, sueño todas
las enfermedades, sangre, frío, azúcar.
no estoy enamorada.
(Luna Miguel, Estar enfermo)

Las cordilleras de la noche
Voy a hablar de otra forma.
Reescribo una y otra vez los versos,
pero de qué hablarán.
Alargo
las manos y las crestas de la oscuridad
me cortan al asirme.
Lady Day cabalga el dragón,
el arqueado lomo de los animales
que hemos imaginado para describir el desastre:
la herida que no sigue una línea razonable,
pues no sangra ni cura ni cicatriza.
Hoy hablaré de otra manera,
termino de escribir un diecisiete
de julio del cincuenta y nueve:
el hígado de Billie Holiday
se colapsa tres veces esta noche.
Los médicos encuentran
inútil la reanimación.
Sólo hay un policía vigilándola,
por favor, cogedme la mano
mientras caigo.
Cuando agarro la oscuridad,
los peñascos me hieren en los dedos,
con los ojos abiertos miro
a través de las sombras,
hacia las cordilleras de la noche.
De sus bosques regresa lo pasado,
las funciones del cuerpo rotas
y esa forma brutal que la desesperanza
impone en las maneras de los solos.
(Cristina Morano, El arte de agarrarse)
miércoles, 21 de abril de 2010
Resonancias de José Luis Brea y Martín Rodríguez-Gaona
coalición 2.0: (pequeña) teoría de las multitudes interconectadas
... nada de ello se estabiliza, nada cobra cuerpo simbólico, nada cristaliza en la forma de una identidad cumplida y cerrada, en la clausura de un nombre propio. No, esto no escenifica una u otra identidad colectiva fijable, no es el nombre de un Sujeto de la Historia trascendente y autónomo, recursivo, anclado a una u otra bioterritorialidad -aquí no hay nada de nación, de etnia, de clase, de unidad de destino en la historia, nada de todo eso-. No: aquí no hay más que un momento de giro, una economía de afectos censada por lo inaprensible de un tiempo intensivo, el requiebro de un puro dibujo aéreo que reúne y dispersa en décimas de segundo una multiplicidad indeclinable de movimientos autónomos conjugados, de trayectorias convergentes en instantes de negociación magnética, de líneas de vidas cruzadas que son, a cada momento y simultáneamente, líneas de fuga. (Las tres eras de la imagen)
La red en este aspecto simplemente amplía tecnológicamente el tradicional boca a boca que tan determinante ha sido en la industria del libro y en la esfera política. No se debe de dejar de tener en cuenta, por lo tanto, que el paso del siglo XX al siglo XXI representa la transformación de mercados de producción masiva a otros de producción personalizada, una circunstancia irrenunciable para la industria editorial y la institucionalidad literaria. (Mejorando lo presente, poesía española última)
Y esto me lleva de nuevo al tema del principio, al hecho de que, como afirma Martín, los poetas tengan (tengamos) que 'producir' de manera personalizada a nuestros lectores en medio de la decapitación creciente de los discursos críticos legitimadores que predominaban hasta ahora (crítica de suplemento, discurso universitario, etc) y su proliferación a través de portales especializados, blogs... Está claro que el oficio poético se ve mezclado y contaminado con una política de la amistad/afectividad que convendrá no perder de vista (Eloy Fernández Porta es quizás una de las antenas privilegiadas que se erigen en este dominio). Me consuela darme cuenta de que Martín Rodríguez-Gaona no sólo no olvida la lectura solitaria del libro de poesía, sino que la cree necesaria. De hecho, dicha lectura solitaria se impone como el objetivo último de todo el juego social de legitimaciones y seducciones que implica la red social. Puede que sea éste un terreno lleno de equívocos y arenas movedizas, pero que sin duda se extiende ante nosotros, a un tiempo, como un territorio colmado de sugerentes oportunidades.


martes, 13 de abril de 2010
Rencontres, again
jueves, 8 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
La poesía es algo grande y discreto
S. y yo nos asomamos a la mirilla y éramos como dos condenados al purgatorio atisbando el paraíso a través de un pequeñísimo orificio. Un par de militares sujetaban una enorme metralleta haciendo guardia junto a la mirilla, añadiendo a la escena un aire inconfundiblemente kafkiano. Hay que decir que el paraíso está extrañamente hecho a prueba de fotografías. Ignoro la razón por la que no aparece la cúpula de San Pedro al fondo de la hilera de setos. Puedo aseguraros que allí estaba. Visitamos el cementerio donde están enterrados Keats y Percy Shelley. Junto a la tumba de Keats había una pareja sentada en un banco. Tenían un libro abierto, probablemente del poeta. Aquello nos pareció la media aritmética de lo solemne y lo cursi. Algo que no gustaría de ningún modo a alguien que quiso que su nombre se escribiera en el agua. Queríamos llevarle flores a Keats, pero no un ramo cualquiera. S. se puso su vestido para visitar a Keats. S. se paseó con su vestido por todo el cementerio y le llevó sus flores a Keats y a Shelley y a Juan Rodolfo Wilcock,
que era amigo de Silvina Ocampo y de Bioy Casares y de Borges y de Pasolini (Wilcock es el Caifás de el Evangelio según San Mateo)

y a un montón de artistas e ingenieros y políticos que lo único que tenían en común era no ser católicos. Y hasta los gatos disfrutaron con las flores de S., que sabe mejor que nadie que "la poesía debería ser algo grande y discreto".
domingo, 28 de marzo de 2010
Dentro
TRADUCCIÓN DE ULISES O LOS HEROICOS CARNE
BUZOS DE PIEDRA
El lenguaje yace en lo más hondo del océano, piedra
eterna indiferente a las mareas. Lo miran las sirenas con
sus profundos ojos, y lo pronuncian cosiéndolo en la
boca de los hombres naufragados. Ellos luchan por hacerlo
aire en su lengua, carne en su viaje. Pero la palabra
siempre les alcanza, no la alcanzan ellos.
Toda lengua es un anzuelo. Todo anzuelo una pregunta.
Las sirenas gritan con labios pétreos y tiran de la lengua
de los hombres para que éstos digan su lenguaje bajo el
agua.
Ellos, que no entienden nada, balbucean el único aire
que les queda hasta ahogarse. Después, van regresando
muertos, poco a poco, hasta la superficie donde flotan y
son pasto de los peces.

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martes, 23 de marzo de 2010
Conjuntos facebook
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Un resultado elemental de la teoría de conjuntos afirma que el conjunto formado por las partes de un conjunto (lo que normalmente se denomina 'conjunto potencia') es siempre mayor (en términos de cardinalidad) que el conjunto inicial. Pondré un sencillo ejemplo. El conjunto formado por los tres primeros números naturales C={1, 2, 3} tiene como conjunto potencia el siguiente: P(C)={{}, 1, 2, 3, {1, 2}, {1, 3}, {2, 3}, {1, 2, 3}}, donde {} representa el conjunto vacío. En general se cumple que la cardinalidad (número de elementos) del conjunto potencia es de dos elevado a la cardinalidad del conjunto original. En fin, si aceptamos que el número de usuarios de facebook es de cuatrocientos millones, su conjunto potencia es del orden de dos elevado a cuatrocientos millones, una cifra demasiado elevada para colocarla en un post como éste. Ésa es la cifra total de posibles agrupaciones. Cuando uno crea un grupo o un evento no deja de ser una 'parte' del total de elementos (un elemento del conjunto potencia). Nace así una comunidad que no estaba constituida a priori. Dicho de otra manera, se manifiesta un elemento del conjunto potencia que latía a la espera de salir a la luz. Desde el grupo de 'personas que no tienen nada que ver con ninguna otra', que estaría formado por un único elemento hasta el sencillo 'personas que son miembros de facebook', formado por todos los integrantes de la red social, todas las pocibilidades están abiertas, a la espera de un enunciado que las agrupe. Facebook permite que la potencia de un conjunto (una comunidad diversa de seres humanos) se manifieste. Los críticos pueden decir que dicha comunidad no tiene ningún tipo de representatividad, que no constituyen una comunidad 'real'. Ni falta que hace. Las comunidades reales se constituyen (o son constituidas por el poder biopolítico) con el fin de obtener algún tipo de beneficio o rédito político o económico. Comunidades de gays y lesbianas, comunidades de padres divorciados, comunidades de mujeres maltratadas, comunidades de víctimas del terrorismo... Nada hay que objetar a la existencia de tales agrupaciones, que tienen derecho a reivindicar sus derechos y defender legítimamente sus objetivos. Es cierto que el poder (y los medios de comunicación coaligados a dicho poder) se sirven de las comunidades (muchas veces creadas a golpe de encuesta) para decidir acerca de alguna ley, o para diseñar alguna estrategia legitimadora de sus políticas. Zizek aboga (creo que con razón) por mantenerse a la sombra de dichos focos estadístos, de dicha 'visibilidad' institucional. Una comunidad virtual (y facebook provee una canidad ingente de ellas) no busca legitimarse, no busca hacerse real para solicitar reconocimiento público ni mediático. Los auténticos guerrilleros no piden el reconocimiento de ninguna institución. No renuncian a la sombra, porque saben que ésa es la condición y el fundamento de su existencia. Respetemos a los conjuntos facebook. Agrupaciones que nacen, crecen y desaparecen, como esas reuniones de amas de casa alrededor de un juego completo de Tupperware (un lugar ideal, por cierto, para conservar el vacío).
jueves, 18 de marzo de 2010
Un sueño
lunes, 15 de marzo de 2010
Conjuntos Bartleby

Reconozco en Alain Badiou una de mis referencias filosóficas inevitables. Badiou cree firmemente que las matemáticas constituyen la verdadera ontología, y en eso le doy la razón. Nada puede pensarse que no sea formalizable en términos de teoría de conjuntos. Pondré un ejemplo muy básico, el de Bartleby, el escribiente. Todos conocen la fórmula bajo la que el personaje de Melville se refugiaba en su inoperancia: I would prefer not to (prefería no). Bajo esa frase pueden esconderse muchas interpretaciones (ríos de tinta han corrido al respecto y talentos como los de José Luis Pardo, Deleuze o Agamben se aplicaron a ello). A mí se me ocurre al menos una desatendida hasta el momento. Se trata de una interpretación conjuntista. El profano en teoría de conjuntos no está obligado a saber que existe un axioma, conocido como ‘axioma de regularidad’ o ‘de fundación’ según el cual (lo diré con palabras, puesto que los blogs se resisten a la notación matemática):
“para todo conjunto x distinto del vacío existe un conjunto y que le pertenece y tal que la intersección de x con y es vacía”
Dicho de otra manera: todo conjunto posee un elemento que no está incluido, es decir, disjunto. Esto que en principio puede resultar paradójico impide, por ejemplo, que existan conjuntos mal fundados, es decir, que se contengan a sí mismos. Lo que asegura este axioma es que todo conjunto posea una alteridad inalienable, elementos de los que, de algún modo, ‘no se sepa nada’. Pues bien, lo que afirmo es que Bartleby es de alguna manera uno de esos elementos, un ser que pertenece –en su caso particular- a un despacho pero que no tiene nada que ver con él. Su ‘preferiría no’ actúa como escudo contra la inclusión de sus elementos (voluntad, sicología, pasado… Vida, en definitiva) en el conjunto mayor: el despacho. Bartleby es un síntoma de la opacidad que subyace a todo conjunto, un mentis a la transparencia absoluta de la que ya habló Vattimo en su momento y que se impone como –lógicamente- imposible desiderátum de nuestros tiempos. Nuestro sistema (si esa palabra le molesta pueden usar cualquier otra, por ejemplo, ‘gran múltiplo’) ya no se conforma con la pertenencia, con usar nuestro cuerpo y nuestro tiempo durante el período laboral. Este ‘múltiplo’ insaciable desea nuestro deseo, es decir, hacerse dueño de nuestra voluntad, de nuestra sicología y de –todo- nuestro tiempo. Quiere que gocemos trabajando, que gocemos nuestro tedio (convertido en ocio por su complejo sistema de producción cultural) y que lo mostremos, para que nada de lo que nos pertenece le pase desapercibido. Frente a ello, la inoperancia Bartlebyana. Frente al múltiplo-Sistema, el múltiplo-Bartleby. El múltiplo-Bartleby impide la pertenencia del sistema a sí mismo, la transparencia total. Bartleby nos salva de la incoherencia. Respetémoslo.
jueves, 11 de marzo de 2010
Presencias
La siguiente semana, el día 25, andaré por tierras murcianas. Volveré a la facultad de matemáticas -qué cosas tiene la vida- para hablar de Lenguaje científico y lenguaje poético. Ya les contaré si supero el shock de ver a mis profesores de álgebra y de análisis matemático sentados entre el público.
martes, 9 de marzo de 2010
Complementarios
domingo, 7 de marzo de 2010
Devenir 'navi'
-Joder, qué mareo (y parece que no soy el único).
-Nunca he visto una película de sobremesa a las siete de la tarde.
-¿Tienen sexo los navis? ¿Por qué no hay navis gordos?
-Esto es matar moscas a cañonazos (me refería a la realización de la película, no a los pobres navis).
-No me parece nada, pero que nada sorprendente.
-Este hombre me toma por estúpido; y debo serlo, porque aquí estoy sentado, viendo su película.
-El guión es una mezcla perfecta de mitología para bebés, new age de mercadillo hippy y LSD en dosis homeopáticas.
-Creo que el 3D sólo tiene futuro en la animación y en el porno.
-¿Por qué demonios hay que hablar de esta película?
Ahora, después de las impresiones sobre la butaca, podría decir un par de cosas sesudas al respecto, pero me atendré a mis propias palabras. He encontrado un vídeo maravilloso para aquellos interesados en devenir navis. La protagonista es una chica que no parece haber reparado en la tercera de mis observaciones:
jueves, 4 de marzo de 2010
Algunas novedades
lunes, 1 de marzo de 2010
Tiempo
"Ton intéret pour la peinture relevait de cette suspension du temps dans la matière: au temps bref de sa réalisation, succédait la longue vie du tableau".
Esta es una de esas frases que te obligan a levantar la vista del libro. Un libro que no te haga levantar la cabeza al menos una vez, no me cabe la menor duda, es un libro que no merece la pena. Nunca he entendido la lectura como inmersión, como -más o menos- sofisticado 'regresum ad uterum'. Prefiero los libros que me sumergen y que me obligan a salir de nuevo a la superficie, a tomar aire. Prefiero los libros (y las obras de arte) como los que describe Levé a través de su personaje interpuesto, libros que, como los cuadros, concentran en sí una temporalidad que no es la estrictamente contemporánea del tiempo en el que se vive (si es que en realidad tiene algún sentido eso de vivir en el tiempo en el que se vive) y en el que se los concibe (unas horas, unos días, unos meses). Libros que son capaces de adelantarse a su tiempo y que a su vez son capaces de reflejar el pasado (quizás ese reflejarse y actualizarse del futuro en el pasado -y viceversa- no sea sino eso que llamamos presente). Libros y obras de arte que son como redes capaces de atrapar el tiempo, de replegarlo de una manera insospechada. Auténticos depósitos a los que uno acude en busca de tiempo. Eso, al fin y al cabo, de lo que están hechos la vida y los sueños.