Algo que se me había olvidado anotar a propósito de mi viaje a Cerdeña. En el aeropuerto de Cagliari vimos a Albano. Lo reconocí, a pesar de los años y del pelo corto. Iba con una rubia despampanante que no se parecía nada a Romina Power. Hacía la cola para el embarque apenas a un par de metros de nosotros. Cómo podía engañar ese hombre a la angelical Romina con aquella rubia perfectamente intercambiable, llegué a preguntarme. Hasta que me informaron de que estaban separados hace la tira de años (ya ven, llevo decenios sin ponerme al día con las revistas del corazón) y de que por tanto la estampa de aquella rubia pegada a Albano no tenía nada de inmoral. Y sin embargo a mí no dejaba de parecerme inquietante. Albano siempre irá indisolublemente unido a Romina. Porque uno puede deconstruir cualquier cosa menos la infancia. Cuando pude sacar la cámara con el fin de hacerles una fotografía ya estaban demasiado lejos. No importa. Prefiero pensar que no fue real. Que la realidad es y seguirá siendo siempre ésta:
3 comentarios:
¡Mamma mía! Toda una sorpresa ver ese vídeo en tu blog, qué bien. A decir verdad la canción tiene su punto y a decir verdad, tienes razón, hay cosas insolubles aunque estés disueltas por más buenaca que estuviera esa rubia acompañante que describes.
Y a todo esto aprovecho para felicitarte por tu cumple que es hoy y así, que conste en blog. Tanti auguri per te!!! Un diluvio de felicità (a lo Al Bano ;)
Gracias por los buenos deseos, Anabel. El vídeo tiene muy buen rollo, desde luego. Uno también tiene su corazoncito.
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