Ayer asistí estupefacto a la instalación de la artista danesa Kirstine Roepstorff en el MUSAC de León. El título de la obra es Stille Teater. Se trata de una representación teatral donde el protagonista es una especie de autómata compuesto de imágenes en movimiento, al que acompañan las voces en off de los dos contendientes dialécticos: la imagen y el espacio. El texto de Kirstine es bellísimo e intenso. Pensé (a la salida de la representación) en la supermarioneta de Gordon Craig, aunque en realidad a lo que más se parece este Still Teater es a una nueva propuesta del antiguo misterio eleusino griego. Treinta y cinco minutos de arte que es sabiduría, manifiesto estético y rito iniciático, al mismo tiempo. A pesar de la brevedad de este vídeo, creo que sirve para hacerse una idea de lo que digo.
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