domingo, 27 de junio de 2010

Los errores del copista

Traduzco (del francés) un par de fragmentos de este libro de Botho Strauss, desgraciadamente inédito en castellano. Aún en su lectura en frances Les erreurs du copiste me ha parecido un libro que quema en las manos, un libro con una carga de poesía y de pensamiento insólitas; un libro en el que, tras la lectura de cada fragmento, el lector desearía tener al autor delante para mostrar su acuerdo o todo lo contrario.

La era de la disolución (Nietzsche) no cesa. A menos que no se trate en absoluto de disolución, sino de movimientos desordenados dentro de un campo de energía más grande que, debido a nuestro deseo de certidumbre subjetiva, llamamos ‘historia’. El material que la compone poseería, antes de la falsificación del pretérito, la estructura de acontecimientos inconsecuentes que se parecen más a los saltos de orbital atómicos que a las articulaciones cronológicas. Así, al final, llegaríamos, por decirlo de algún modo, a una teoría de campo para una época dada –de este modo nos hallaríamos en una ‘historia’ completamente diferente de la que habla de la alternancia y del desarrollo de épocas.

[...]

¿Por qué no sentir cada día la omnipotencia de los fundadores? Regocijarse con la opulenta cultura de los descendientes y de las variaciones, sin olvidar enlazarlo con el original. Así cada día llegamos a cerrar el círculo del recuerdo, que no autoriza ninguna ilusión de progreso.

De repente pierdo toda distancia en relación a Baudelaire. No veo ninguna necesidad de adherirme a la diferencia de época y de individualidad, y de hacer como si no hubiese inaugurado para siempre y para todos una manera poética con la que todo individuo en su época puede adherirse, si es capaz.

Así, siendo las cosas como son, me parece a veces deseable cultivar una pasión literaria a la oriental, en la que la maestría se muestra en la proximidad al modelo y no tanto en la particularidad y la diferencia. No se trataría entonces de lograr un estilo sino de escribir partiendo de un espíritu preeminente, de una poesía potente que abandona todas las pretensiones temporales e individuales de la apariencia.


2 comentarios:

María José dijo...

Recuerdo que me comentaste, hace ya tiempo, Los errores del copista, pero entonces lo enlazaste con tu libro Atractores extraños. ¿Tiene algo que ver, Javier? Porque cuando leí el libro, pensado en lo que dijiste, no compredí muy bien a qué te referías.

hautor dijo...

La poética que defiende Strauss en su libro tiene semejanza con la que practico en 'Atractores extraños', sí. La diferencia esencial (dejando pudorosamente a un lado otras comparaciones) es que Botho Strauss compone una novela mientras que el mío es un libro de relatos. En principio me atrajo de este libro algo tan insubstancial como pueda ser el título. Acerté, en este caso.