Algunos ya conocen ese extraño 'don' del que estoy provisto que consiste en mi capacidad para encontrar piezas de puzzle en los lugares más insospechados. A mí la cosa ha dejado de parecerme esotérica para convertirse en algo de lo más natural (como mucho, lo asocio a un signo de buen augurio). Imagino que por cada pieza en mi poder hay un puzzle incompleto en algún lugar de la geografía. Si ése es su caso, no dejen en ponerse en contacto conmigo. La última la encontré nada más regresar de Barcelona, el sábado, en la plaza de La Cebada, a las ocho y media de la noche (el lugar estaba a oscuras, lo juro). Aquí se la muestro:
4 comentarios:
Esta es especialmente poética, pues se adivina claramente ( es decir, dejando gran espacio a la imaginación) la figura-los cuartos delanteros- de un felino en actitud de acecho. Y ya se sabe: el tigre de Borges, de Blake, la terrible simetría convertida aquí en la asimtería absoluta: el acecho sobre lo que no está, el acecho que convierte al cazador en parte de esa ausencia de la presa: la poesía.
Pues sí, a la poesía propia de la pieza de puzzle (icono y símbolo, al mismo tiempo), se une ahora el asunto felino.
"...el acecho sobre lo que no está, el acecho que convierte al cazador en parte de esa ausencia de la presa".
Joder, eso sí que parece poesía.
Mira tú por donde, yo suelo encontrar pendientes. Tengo una cajita llena: de oro, plata, acero, latón, hojalata, plástico... ¡Cuántas orejas interrogándose! Aunque podrían ser ombligos, clítoris o narices. Las posibilidades son inmensas.
Quizás cada uno de nosotros posea el don de encontrar algo, aunque sean problemas. ¿Alguien ha encontrado por ahí un billete de 500?
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