sábado, 20 de septiembre de 2008

Hacia el socialismo por el libre mercado

No les tengo que poner al día, supongo, sobre la situación económica mundial ni sobre la sorprendente intervención económica en Estados Unidos. Es para no salir del asombro. De hecho, todavía no he salido. Quizás esto no signifique sino algo evidente, y es que los gobiernos como tales son meros tutores (jueces, en sentido casi deportivo) del juego de la economía y que el erario público sólo es necesario para el caso de que el juego se complique, se ponga feo, muy feo. Me hago todo tipo de preguntas estúpidas, como si es necesario un sistema privado de pensiones si al final la compañía de seguros (AIG, digamos) se va a pique. ¿No sería más seguro un sistema de Seguridad Social, tal y como existe (y espero, por dios, que perdure) por estos lares? Claro, que entonces sería imposible que un montón de personas se enriquezcan con el negocio antes de quebrarlo. Pero bueno, aquí en Madrid, vamos en dirección contraria. Muy pronto privatizaremos el agua que al fin y al cabo es algo mucho más necesario que el petróleo o que incluso los tomates y las patatas. Si pudiera hablar con nuestra presidenta le propondría ir más allá. Por ejemplo, hacer cotizar en bolsa los órganos para trasplantes o las primicias de nuestras doncellas. Hay infinidad de posibilidades todavía desatendidas. Pero para eso estamos los blogueros con vocación de servicio público. Quizás, y ésta sería la visión optimista del asunto, la crisis desemboque en un socialismo como no habíamos previsto hasta ahora. Imaginemos al Estado recuperando la propiedad, o apropiándose, directamente, de las grandes empresas, de bancos y compañías de seguros. Un socialismo sobrevenido por una vía que se le habría escapado hasta al mismísimo Marx. Los extremos, una vez más, se tocan.

7 comentarios:

Pedro Pergamo dijo...

Bueno, yo intento ser más optimista y pensar que ya desde hace un tiempo la opinión pública mundial está empezando a hartarse de las grandes corporaciones (yo trabajé 9 años en una, americana además, y sé muy bien de lo que hablo) y su indecente gestión, hay una película-documental (la vi en Canal +) que para el gran público ha pasado bastante desapercibida, se llama "The Corporation" y explica muy bien lo perversas que pueden llegar a ser, ni siquiera su presidente puede cambiar las cosas aunque quiera, son como entes-psicópatas realmente complejos. Quizá se tarde aún una generación o más pero creo que las cosas cambiarán "desde dentro" tarde o temprano, ¿hacia dónde exactamente? ni idea.
Y en cuanto a los Gobiernos, pues si claro, en mi opinión su función debe ser precisamente regular y tutelar, no tiene porque ser malo, y si el Estado acaba siendo demasiado grande tampoco funciona porque se anquilosa y de nuevo tiene que privatizar, y vuelta a empezar el ciclo. No será lo ideal, pero de momento es lo que hay, ¿qué por qué se ayuda a grandes empresas en las que muchos se enriquecen y no a otras? respondo con otra pregunta ¿por qué se actúa y/o se invierte más en enfermedades que atacan a cientos de miles de personas y no en enfermedades minoritarias?, porque las democracias se definen por el juego de las mayorías, así funciona, el buen Gobierno es el que sabe corregir estas injusticias, entrar a los matices más complicados de las desigualdades sin miedo, como un buen cirujano, y por supuesto debe atacar y corregir (pero con precisión, sin dañar el resto del sistema) a los más dañinos, el cáncer de verdad, los que especulan, los que no crean nada, los que sólo se lucran, y curiosamente su mayor daño no es que se lucren sino que pervierten todo.

Se que quizá “sueno” demasiado complaciente, pero pienso que esto es lo que hay, y de está situación hemos de partir, y debemos quejarnos y llamar la atención sobre los grandes errores pero también proponer soluciones y “ganar conciencias” que generen mayorías para poder presionar de verdad, y eso se consigue sobre todo no sólo señalando los culpables sino también aportando soluciones.
Otra vez me he enrollado, es que el limbo es de un aburrido...
Pedro Pergamo (en espíritu)

Anónimo dijo...

No suenas complaciente, PP, suenas razonable. Discrepo, eso sí, con lo que dices de que las cosas puedan o vayan a cambiar 'desde dentro' de estas corporaciones. Su modo de funcionamiento es enfermizo, obedecen a una reglas de optimización brutal de beneficios a las que por sí solas no van a renunciar. Son las instituciones las que desde el exterior deben ponerle coto y, por supuesto, deben acabar con esos elementos cancerígenos que han provocado esta ´metástasis' a la que asistimos aturdidos. Al mismo tiempo, me pregunto si el crecimiento de un organismo -y el capital lo es- puede estar privado de 'células cancerosas'.

Pedro Pergamo dijo...

Cuando digo “desde dentro” me refiero especialmente a los que trabajan en esas empresas, los que irán teniendo otros parámetros en la vida que no serán tanto el dinero, el poder (son empresas muy piramidales) y el estatus social, que crean en otras cosas como el equilibrio entre su vida personal y profesional, con mucha más conciencia social y sobre todo, con un concepto muy personal de qué cosas claramente no les hacen felices (o menos infelices, como se prefiera), entre lo que estará ese modelo de empresas, sencillamente al principio estos se irán yendo -ya está pasando, conozco mucha gente, entre los que me incluyo- y sólo quedarán “esclavos” de la seguridad económica que, ganen más o ganen menos, poco a poco irán envidiando a todos los en su entorno son bastante más felices y se preguntarán por qué.
Haciendo un paralelismo, el peligro de subversión militar en España sólo se corrigió definitivamente "desde dentro", cuando durante un par de décadas, progresivamente, los nuevos militares, más jóvenes, tenían verdaderas convicciones (personales) realmente democráticas, al margen de si les llegaba esta u otra orden.
Pero bueno, quizá si que soy en exceso optimista, pero no lo veo sólo como un sueño, creo sinceramente que es posible que esto vaya ocurriendo, en este tema y en tantos otros, se llama algo así como madurar, las personas maduran, y las sociedades también…, ejem, ahora que lo pienso conozco cada inmaduro de 50 tacos que vaya, pero que creo que es una posibilidad, una posibilidad real.

Pedro Pergamo dijo...

Sobre el mismo tema, el Roto, siempre genial:

http://www.elpais.com/vineta/?autor=El%20Roto&d_date=20080923&anchor=elpporopivin&k=Roto

Anónimo dijo...

Pues sí,Pedro. Viene que ni pintada.

Granito dijo...

Quizá a algo así se refeía Pedro Pérgamo:

http://www.retailmeetingpointtv.com/las-generaciones-y-el-talento/

Saludos.
Pedro-Granito

Granito dijo...

Creo.